jueves, 5 de febrero de 2015

La Cara De La Felicidad


No es cuestión de estar continuamente autoflagelándose, ni odiándome a todas horas pero lo cierto es que no me aguanto y que si sigo conmigo mismo es porque no hay posibilidad de pedir el divorcio e irme de mi lado...

Una de las cosas que más odio de mi es mi victimismo, el pensar que el universo conspira para joderme y que todo lo malo me pasa a mi, y aunque llevo un tiempo con mala suerte si me paro a pensarlo bien tampoco estoy tan mal. además ¿quien coño soy yo para que el universo conspire contra mi? Si ni siquiera soy alguien en mi barrio...

Pero lo peor de todo son las comparaciones, son inevitables. ¿Cómo sabes si estás bien o mal? Pues comparándote con otros. No puedes evitar mirar a tu vecino y hacer una lista mental de lo suyo "bonico" y comparar con lo peor de ti. Y claro así sales siempre perdiendo porque además eliges a alguien con luz a su alrededor y no a algún pobre infeliz del que conoces sus miserias.

Y aún a pesar de estar todo el día con el lloriqueo y creerte una especie de mártir sufridor al que le han impuesto una dura, longeva e inmerecida condena, un buen día algo o alguien te manda un mensaje y te dice: "pero mira que eres tontico, deja de quejarte y para un minuto para fijarte en todo lo que te rodea y valóralo".

Fue hace unos días. Yo estaba dando mi paseo diario que desde hace 15 semanas llevo dando debido a uno de esos castigos divinos. Llevaba puesto en mi Ipod un Podcast de uno de los programas de radio que sigo semanalmente y aún así no escuchaba nada de el. Sólo podía escuchar mi voz interna que me repetía una y otra vez lo poco afortunado que era, mi situación actual (y la de los últimos años) y que aún podía ir a peor.

Mi agobio se hacía cada vez mayor, me empezaba a faltar el aire y me sentía cada vez más vacilado por este mundo cuando de pronto en mi dirección opuesta aparece un hombre llevando en una bicicleta tándem a una chica de mi localidad que tengo vista desde hace muchos años.

Ella es ciega y siempre que la he visto ha sido en compañía de una amiga (o 2) que le ayudaban a caminar y a llevar una vida lo más normal posible a pesar de su limitación.

Me quedé parado mirando una de las caras más felices que he visto en mi vida. Ella iba pedaleando y sonriendo de una manera que yo no he hecho en mucho tiempo. Disfrutaba del paseo en bici como si fuera algo fascinante, como viajar a la Luna.

Tal ve sea yo y mi incapacidad o limitación a la hora de valorar las cosas mundanas y cotidianas las que me hacen sentirme así.

De todas formas esa incapacidad o limitación tan sólo va unida a ciertas áreas. Me explico; puedo emocionarme de manera exagerada con una puesta de sol y con el color que va dejando en el cielo o con un gesto de un animal o con un sonido en una canción o incluso imaginándome como sería la vida en épocas pasadas al contemplar unas ruinas o una construcción centenaria, pero me cuesta horrores el día a día con "los de mi especie".

Creo que estoy más "p'allá" de lo que pienso.

PD: La foto evidentemente no es de la chica con la que me crucé... pero también me alegra el día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez te sirva.
https://medium.com/espanol/eres-una-buena-persona-f5f810d40501

Rulk dijo...

Tal vez me sirva? Para saber si soy bueno, malo o tonto? Eso ya lo sé; no soy ni bueno ni malo... del todo, pero tonto lo soy. Pero tonto tonto eh!

;)

Unknown dijo...

No dejarás nunca de sorprenderme. Ni de quejarte.