sábado, 6 de septiembre de 2014

Michael Jackson : HIStory World Tour En Valladolid. Hoy Hace 17 Años...


En la primera parte de mi vida, en mi etapa escolar, septiembre significaba lo peor; la vuelta al colegio después de casi 3 meses de libertad. Era la mayor de las torturas.

Conforme iba creciendo y mis años de estudio llegaban a su fin la cosa cambió y cambió sobre todo porque en ese mes tuve la oportunidad de ver en directo a Michael Jackson; en septiembre de 1992 en Barcelona, en septiembre de 1996 en Zaragoza y en septiembre de 1997 en Valladolid.

Y hoy se cumplen precisamente 17 años de ese concierto en el Estadio José Zorrilla de Valladolid.

Se podría decir que la relación entre Michael Jackson y España no funcionó del todo. Su primer concierto fue ya en solitario; el 5 de agosto de 1988 en Marbella. Hasta ese momento tan sólo había aparecido por aquí, que se sepa, para rodar un par de actuaciones promocionales en Madrid a finales de los años 70. Nunca actuó con sus hermanos, ni siendo The Jackson 5 ni tampoco como The Jacksons. Aquí, en nuestra tierra, la música negra nunca ha calado demasiado ni tan siquiera cuando él era la mayor estrella del planeta. Aquí se llevaba otras cosas...

En la gira de Bad actuó en 3 ciudades españolas; la anteriormente mencionada Marbella, Madrid y Barcelona. En el siguiente tour, Dangerous, repitió con Barcelona y Madrid y se apuntó Oviedo. Al año siguiente, en 1993, volvía para dar en Tenerife otro concierto.
En el año 1996 Zaragoza fue la elegida y al año siguiente Valladolid cerraba su gira europea y también sus visitas a nuestro país.

Hoy se cumplen 17 años de ese concierto, al que asistí con dos amigos; Xavi y Alain.

En principio el 4 de septiembre de 1997 iba a actuar en el Estadio Olímpico de Montjuic, pero debido a una historia de cambio de promotoras (una independiente quiso promocionar aquel concierto para dar publicidad a una bebida energética de Michael Jackson) el concierto terminó cancelándose.

Nosotros teníamos las entradas desde hacía meses y aquello fue una gran putada. Había otro concierto en Valladolid que también se dijo que se podría cancelar (la gira estaba siendo un éxito total en todas partes del mundo... menos aquí), por aquellos días murió/asesinaron a Lady Di, amiga de Michael, y se rumoreaba que él podría cancelar sus compromisos para acudir a su entierro.

Fuimos los 3 a El Corte Inglés de plaza Catalunya. Íbamos a que nos devolvieran el dinero de la entrada (7000 pesetas) y allí mismo, la chica encargada, nos dio la idea; ¿por qué no cambiáis las entradas de Barcelona por las de Valladolid? Coño! Que idea más loca, ¿no?

Lo cierto es que tampoco lo era tanto. Alain ya había viajado en 1993 a Tenerife para verle y Xavi y yo habíamos hecho lo mismo hacía un año para verle en Zaragoza. Así que; venga!

Cambiamos las entradas y buscamos la manera de llegar a Valladolid. El tren fue lo elegido. Era como volver a la España de los primeros 80, como cuando viajé una vez a Galicia en tren y tardamos 300 años.

Salíamos la tarde noche del día 5, desde la estación de Sants. Los 3 en un compartimento con una pareja joven (que creo que iba a Palencia) y una chica llamada Diana con la que, bueno, casi tuve una historia (maldita sean mis tonterías). Eso es otra historia.

Tras muchas horas de viaje llegábamos a Valladolid. Allí habíamos quedado con una amiga de Alain que también vendría al concierto. Estuvimos dando una vuelta por la ciudad pero yendo ya en dirección al estadio. Aún nos esperaban muchas horas de espera y aglomeraciones pero en aquellos años de juventud era parte del encanto de asistir a eventos de este calibre.

Los aledaños del campo ya estaban sembrados con fans que llevaban desde la noche anterior. Imitadores, su música sonando, pancartas, algo de prensa dando vueltas y sacando ya por entonces a los más frikis y gente de todo tipo. Michael tenía eso; llegaba a todo tipo de público.

Cuando abrieron las puertas corrimos. Había una zona delante del escenario que restringía el paso de mucha gente, para evitar avalanchas y posibles desgracias. Conseguimos entrar en ella, estábamos cerca de una rampa central por la que bajaría Michael durante el show un par de veces. El escenario, aún habiéndole visto ya 2 veces, no dejaba de impresionar; enorme. Eso no tenía nada que ver con los artistas que habías visto antes en directo. Era como la NBA y lo demás era la liga amateur de tu pueblo.

Antes de iniciar el show en las dos grandes pantallas a cada lado del escenario apareció una foto de Lady Di y sonó la canción "Smile". El público se quedó mudo. Aquello ya era indicador de lo que después íbamos a ver.

Al rato comienza el show y habiendo visto 2 veces a MJ en directo en persona y muchas más en conciertos grabados, te dabas cuenta de que no estaba al 100%. Un consumado artista como él se mostró más "humano" de lo habitual, incluso fallando en algunos de sus pasos de baile. Se le notaba afectado.

Incluso cuando cantó "I'll Be There", donde normalmente montaba el numerito lacrimógeno, allí pareció llorar de verdad. Paró de cantar, se agachó y se llevó las manos a la cara y esa pausa duró bastante.

Más tarde, cuando hizo "Billie Jean", al salir con el maletín donde llevaba guardado su famoso guante y su sombrero negro, se detuvo y se sentó sobre el maletín mientras se quedó mirando a su público.
Fue un concierto especial, sin duda.

Luego la prensa contaría lo que le dio la gana, como ha pasado con todo lo que tuviera algo relacionado con él. Aquí han llegado a decir que no fueron más que 20.000 personas (mentira, aunque no llenase), que dejaron entrar a la gente sin entrada (otra mentira), que por aquel entonces ya no era un artista de primer nivel (jilipolleces) o que pidió un montón de cosas en su estancia allí (¿a alguien le sorprende que pidan toallas limpias?). En fin, los junta-letras de nuestro país ya tuvieron con lo que rellenar sus artículos ya que de música no entendían absolutamente nada. Como siempre.

Al terminar el concierto nos fuimos a visitar la noche nocturna vallisoletana y aunque esto sea un tanto "off topic" debo confesar que me dio verdadero asco ver como la gente ingería litros y litros de alcohol y luego tiraba directamente los vasos a la calle dejándote pegado a las aceras mientras pasabas intentando esquivar los cristales. De madrugada nos fuimos a la estación para volver cuanto antes a casa. Con un mundo así no es de extrañar que Michael Jackson no conectara demasiado...

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