Esta semana estaba cantado, no podía ser de otra manera; había que rendir homenaje a una de las grandes damas del soul que no acaba de dejar a los 88 años de edad y tras más de una década de varios problemas físicos. No es justo irse de esta manera...
Estoy hablando de Roberta Flack, que en algún momento en los primeros años 70 se convirtió en la absoluta reina... aunque ese reinado no le durara demasiado. Para mi con ella se ha cometido una gran injusticia al ser olvidada demasiadas veces o no valorar su peso en la industria como se merece.
Roberta tardó, primero en decidirse en dedicar su vida (o parte de ella) a la música y luego a que le llegara su momento. Siendo niña acudía a la iglesia y participaba como una más dentro de la comunidad pero las primeras muestras de verdadero interés vinieron cuando su padre le compró un piano a los 9 años y casi que le obligó a que tomara clases.
Pronto comenzaría a destacar sobre el resto. A los 12 quedaba segunda en un concurso de talentos y a los 15 recibía una beca para estudiar en la prestigiosa Howard University de Washington. Allí conocería a uno de sus futuros colaboradores; Donny Hathaway...
A los 19 se había graduado y comenzaba a dar clases particulares de piano, también hacía arreglos para obras clásicas. La muerte de su padre haría que su carrera se viera lastrada al verse obligada a buscarse trabajos con los que subsistir.
A los 20 y pocos comenzaría a tocar en clubes en la zona de los alrededores de la capital y a hacerse un nombre. Comenzaría a cobrar tocando de manera regular en un restaurante.
Pero sus miras seguían puestas más en la música clásica. Constantemente acompañaba a cantantes de ópera al piano en representaciones hasta que su profesor de canto le dijo que veía más futuro en una carrera dentro del pop que en la clásica.
Y Flack decidiría dar ese salto en 1967-68.
Una noche en 1968 mientras Roberta ofrecía un show en uno de ese pequeños clubes, el pianista de jazz Less McCann se encontraba entre el público y se quedó atónito con el talento de la ya no tan joven (31 años). Él hizo que Flack tuviera una audición para Atlantic Records días después y estos terminaran fichándola tras ver como cantaba unas 40 canciones en poco más de 2 horas, en plan maratón.
Su primer álbum sería grabado también en una sesión de 10 horas a toda prisa. "First Take" (título apropiado a la manera de grabar el disco) sería editado en junio de 1969 pero sería gracias a la inclusión de uno de sus temas en la primera película de Clint Eastwood como director ("Escalofrío En La Noche") que el disco verdaderamente explotaría en las listas y llegaría al #1 en la lista Billborad en abril de 1972 en la que seguramente sea la "escalada" más larga a la cima...
Sus mejores momentos serían entre 1972 y 1975 donde Roberta lograría sus 3 números 1 en las listas y donde se llevaría el Grammy a la mejor canción del año de manera consecutiva en 1973 y 74.
Su colaboración con Donny Hathaway hasta la muerte de este mismo a finales de los 70, también marcaron su carrera; juntos hacían magia.
En los años 80 Roberta pasaría a un segundo plano al ser ya una artista de más de 40 años y al ser una industria cada vez más dirigida hacia los nuevos artistas. (Lo de Tina Turner triunfando en 1984 fue una excepción).
Aún así lograría también algunos hits más, como por ejemplo "Tonight, I Celebrate My Love" junto a Peabo Bryson.
A finales de los 90 tendría un resurgir gracias a que una de sus canciones fue re-descubierta para las nuevas generaciones de la mano de The Fugees.
Y esta es precisamente la canción que esta semana quiero traer aquí; ¡menuda novedad! estaréis pensando; "Killing Me Softly With His Song"! Pues si; nada original pero es que la canción es una de esas joyas que definen una época, en este caso como parte de esos grandes y buenos años 70, especialmente para la música negra.
Pero, ¿sabéis que no era original de Roberta Flack?
La primera persona que cantó y grabó el tema fue Lori Leiberman, una joven cantante de 19 años, blanca, que debutaba en la música y que se llevaría un chasco enorme al ver como esta industria se puede aprovechar de ti y negarte el pasar a los libros de historia incluso.
Pero esta es otra historia, que hoy no toca contar.
Hoy nos quedamos con el recuerdo, la magia y la calidad de la voz (y el piano) de Roberta Flack, que está acompañada en esta preciosa obra maestra por Donny Hathaway que hace coros, por Eric Gale que toca la guitarra, por Ron Carter al bajo, por Grady Tate en la batería y por Ralph McDonald en las percusiones.
Feliz escucha, feliz semana y REST IN POWER Mrs Flack.
"KILLING ME SOFTLY WITH HIS SONG"
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