lunes, 22 de diciembre de 2014

George Michael; 31 Días, 31 Susurros De Fe


#22

El fallecimiento de su pareja sumió a George en una profunda crisis y también le llenó de rencor hacia quien creía que tenían algún tipo de culpa, aunque no fuera relacionada con tal hecho. Y Sony Music fue el blanco de su ira. Las tensas relaciones que se gestaron a raíz de "Listen Without Prejudice" explotaron en forma de denuncia y George se querelló contra el gigante.

Aunque su abogado dijo que no era por motivos económicos y si por una situación injusta de "privarle de su libertad artística", salieron a relucir varios puntos importantes; George alegaba que había firmado su primer contrato con la inexperiencia de un chaval, que prácticamente se había visto obligado a firmar cláusulas abusivas que no comprendía y que cuando se regencia su contrato en 1988 (en su momento álgido con "Faith") las cosas no mejoraron demasiado. Que la compañía no había promocionado de manera adecuada su segundo álbum (él se negó a aparecer en los vídeos y hacer gira) por lo que las ventas -y beneficios- se habían resentido. Que en el periodo que iba de 1988 a 1993 ellos se habían llevado 52 millones de libras y él tan sólo 7 millones.

El juicio, como era de esperar, se perdió. Era "David contra Golliat" y hubiera supuesto el pistoletazo de salida para que otros artistas siguieran sus pasos y denunciaran sus situaciones.

Sony quiso negociar pero George había tomado ya la decisión de irse, así que finalmente Sony accedió a que viniera otra discográfica que "comprara" su carta de libertad. ¿El precio? 40 millones de dólares y una parte de los royalties que se generaran en discos futuros a partir de ciertas cifras de ventas.

Michael se reunió con las más poderosas compañías, buscando quien le diera más dinero y mejores condiciones. Finalmente David Geffen (que había tratado de "robarle" a Michael Jackson años atrás a Sony) convenció a George diciéndole que se iba a crear una nueva mega-compañía con él, Steven Spielberg y Jeffrey Katzenberg (de Disney) y que le darían un buen adelanto para el nuevo disco y unos mejores porcentajes en las ganancias.

Así que George firmó con Dreamworks, que parecía que iba a comerse el mundo, por 2 discos.
En 1996, habiendo salido de su depresión, presentó al mundo (de hecho lo hizo un año antes en unos premios de la MTv en Berlín) su nuevo tema; "Jesus To A Child".

Se trataba de una preciosa balada de casi 7 minutos, repleta de simbolismo y significado y que estaba interpretada de una forma sincera y emotiva.

"Jesus To A Child" llegó al #1 en el Reino Unido, al 7 en Estados Unidos y fue Top-10 en toda Europa.


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