domingo, 16 de noviembre de 2014

El Mayor De Los Dolores


Ostras! ¿Una foto de unas bambas? Quien me siga por aquí (pocos, lo sé) sabrán que se avecina rajada y aviso; este post es de muy mal rollo. Así que quien esté de bajón o un tanto sensible que no siga leyendo...

Antes de comenzar diré que estas zapatillas son de la marca "L.A. Gear" que llegaron a un acuerdo con Michael Jackson en 1990 para que este las promocionase con su álbum "Dangerous". Como el disco se retrasó la tan esperada colaboración no tuvo un gran éxito y terminaron en los tribunales...

Recuerdo una vez yendo por la calle Pelayo de Barcelona, en una de mis escapadas a comprar discos en aquellas tiendas tan molonas que habían. Yo iba caminando y delante mío iban 2 chicos, yo mirando al suelo como casi de costumbre, pude ver que uno de ellos las llevaba puestas. ¡Que cabrito grande! -pensé, ya que eran guays y costaban una pasta.

Pero la mayor sorpresa fue cuando decidí adelantarlos para verle la cara, por curiosidad ya que el pavo llevaba el pelo largo y rizado como Michael en aquella época (sería 1991 o 1992). Me quedé muerrrrto al ver que el chico ¡tenía la misma cara que el propio Michael Jackson!

Se trataba de un muchacho que hacía representaciones e imitaciones y que se ganó la vida bastante bien.

Ahora, en 2014 (0 más bien el año que viene) y con la fiebre por lo "retro & vintage", parece ser que "L.A. Gear" volverá a sacar a la venta esas zapatillas de Michael Jackson y viendo el renovado interés que despierta desde su marcha, creo que la compañía se sacará de encima el mal sabor de antaño. Negocios...

Y bien; ahora vamos con la rajada.

Fue hace un tiempo y he estado intentando evitar hablar de ello porque no quería parecer lúgubre o más raro de lo que en realidad soy. Os pondré en situación de manera breve; desde febrero estoy de baja primero por una gripe que se complicó y más tarde porque me enteré de que me había roto el menisco de la rodilla izquierda en un accidente al caer por las escaleras yendo para el trabajo.

Estuve meses tirando como un burro, con un dolor atroz, hasta que finalmente caí. Pasaron las Navidades con depresión incluida y después me vi obligado a pillar la baja. La primera baja larga (de más de 3 o 4 días) que he tenido.

Desde entonces varias historias y otras complicaciones y desde hace más o menos un mes llevo saliendo a andar, primero arrastrándome y ahora ya caminando bastante mejor. Con la lenta mejoría y con lo limitado que es mi localidad (El Prat de Llobregat) pues los sitios por donde caminar se acaban y una cosa lleva a la otra y un día paso (y entro) en el cementerio.

Con mi música a cuestas y con ganas de paz y tranquilidad decido que pasear por el cementerio es una buena idea. Caminar entre las filas de nichos mientras escuchas el "Pie Jesu" de Duruflé se que no es algo habitual ni normal pero yo necesitaba evadirme...

Pero claro; empiezas a pasear y miras las flores, las decoraciones pero no puedes evitar fijarte en las dedicatorias y en los nombres... y en las fechas. Pensar que ahí dentro "descansan" los restos de gente que vivió, sintió, amó e irremediablemente padeció, porque ahora más que nunca lo tengo claro; la vida, esta vida que nos han dado o diseñado o lo que sea, se trata de sufrimiento. Así es. Que nadie me trate de convencer de lo contrario. Sé que la vida de las personas es como una montaña llena de picos y valles, ahora estás feliz y después estás triste. Pero NUNCA JAMÁS el mayor momento de felicidad podrá ser superior al mayor dolor que se puede sentir.

Y cuando hablo de mayor dolor hablo de la pérdida ya no de un ser querido, si no de la de un hijo y encima muy joven.

Estaba paseando y ví la tumba de una niña que hoy en día tendría 25 años... pero que falleció en 1989 a los 3 días de nacer. Se me quedó grabado su nombre y salí de aquel lugar huyendo de la posibilidad de encontrarme con alguien de cara y agradeciendo el hecho de llevar gafas de sol. Intenté buscar en mi cabeza una explicación a aquello. Alguna vez he pensado, incluso me han contando algunos, que llegamos a este mundo con una misión y que incluso las peores vidas tienen un significado y que ese martirio lo eligen ellos mismos antes de nacer... No me vale, no lo creo.

¿Que misión tendría ese bebé? ¿Es posible sobrellevar ese dolor siendo su madre?

Pues si con eso no fuera suficiente, a los 2 días volví al cementerio. Esta vez tenía pase ya que acompañé a mi abuela, madre y 2 de mis tías a llevar flores a mi abuelo y a adecentar un poco su nicho. Allí hablando con mi tía Isa le comento lo de la niña y ella me cuenta la historia de una madre que tiene enterrada a su hija "de pocos años" y que viene cada domingo y que ha coincidido con uno de mis tíos que tiene a su mujer unos nichos más allá de la pequeña.

Sabiendo donde está la tumba de mi tía me pasé por allí, que nadie quiera ver aquí ningún tipo de morbo, simplemente lo hice porque aún me duraba esa sensación de vacío y fui como esperando que lo que me dijo mi tía fuera erróneo, pero no lo era; allí estaba el nicho de la pequeña que había fallecido con 4 años de edad y lo peor es que tenía una gran foto de la pequeña vestida como de princesa...

Se dibujó en mi mente la imagen de esa madre visitando a su hija pero ni por un momento pude imaginar como de grande sería ese dolor aunque supongo que debe ser el mayor del mundo. ¿Que explicación puede tener esa pérdida? ¿Podemos creer en Dios después de cosas así?

El vacío anterior se hizo tan grande que, añadido a mi estado actual físico, hizo que me tambaleara y quise volar de allí. La paz y tranquilidad buscada anteriormente se convirtió en una profunda tristeza por gente que ni conocí, pero eso da igual; sentí su dolor.

Espero que esa pobre madre que acude cada domingo encuentre alguna explicación a todo esto y lo mismo con la que perdió a su hija con tan sólo 3 días de vida. Esas 2 pequeñas tenían tanto por sentir...

He estado desde entonces, bueno; desde hace años es un tema recurrente en mi, la muerte y todo lo que la rodea. No quiero tampoco entrar a filosofar sobre ello aunque tengo bastante claro que debe haber algo más, quiero creerlo porque de lo contrario esto que llamamos vida sería la mayor de las estafas y una broma muy my cruel.

2 comentarios:

Menlove Avenue dijo...

Poco que decir, la verdad...

Pero me ha venido a la mente este libro, que leí hace poco, y me pareció interesante, aunque no deja de ser insuficiente a todo lo que te cuestionas.

http://lamenteesmaravillosa.com/el-hombre-en-busca-sentid
"Al hombre se le puede desposeer de todo menos de la última de las libertades, la libertad para decidir su actitud ante el sufrimiento”. Viktor E. Frankl

Un abrazo, Rulkie. :D

Rulk dijo...

Interesante reflexión, Gatita...

Ahora volviendo a leer lo que escribí siento que no he plasmado para nada lo que tenía/tengo dentro. Que fracaso andante soy.

Saludos preciosa.