miércoles, 26 de noviembre de 2008

La Música Del Diablo

Marchando una de leyendas...

Giuseppe Tartini nació en 1692, de padre italiano y madre eslovena, fue educado para ser sacerdote, y entre los estudios de leyes y esgrima también se incluían lecciones de música.


Su vida cambió de rumbo y tras casarse con Elisabetta Premazone ("favorita" del poderoso Cardenal Cornaro), fue acusado de "abducción" y tuvo que escapar y refugiarse en el Convento de San Francisco de Asís donde continuó mejorando con el violín.

Y es aquí donde da comienzo la leyenda.

Una noche, Tartini tiene un sueño; una extraña figura se le aparece en su propia habitación y se presenta como El Diablo, así es. Le cuenta que está allí para servirle y Tartini, que envidiaba la maestría de otros músicos con el violín, le pide al Diablo que le toque alguna pieza. Este coge el instrumento y le toca una melodía que al despertar Tartini intenta reproducir.

Le contó a su amigo Jerome Lalande (astrónomo francés) lo del sueño y le dijo: "Mi composición es tan inferior a lo que escuché, que si hubiera podido subsistir por otros medios, hubiera hecho pedazos mi violín y abandonado la música para siempre".

Esa composición es llamada "El Trino Del Diablo" (Sonata en G Menor) y está considerada como una pieza de una dificultad tremenda, incluso para los violinistas de hoy en día.

¿Puede un ser tan maligno componer algo tan bello?

Giuseppe Tartini 

1 comentario:

Anónimo dijo...

No conocía esta leyenda/historia. Gracias por ponerla :)

Es una frustración muy común la de no poder plasmar una obra tal y como 'te llega' a la cabeza. El sueño, efectivamente, es otra vía en la que se pone de manifiesto lo que alberga una persona en su inconsciente, y por ello pueden servir de gran fuente de inspiración.

El violín, particularmente, me parece uno de los instrumentos más fascinantes. Las melodías que puede desprender me resultan tan bellas como perturbadoras. Y tiene mucho mérito saber tocarlo; que conseguir 'tocar una nota' en él ya es un logro, ¿eh? :P