La verdad es que he hecho cierto lo del dicho de que "la curiosidad mató al gato" o casi, porque muerto no estoy (aún) pero un tremendo kick in my balls si que me he llevado.
Yo pensé que no dolería tanto, pero si; duele y sangra. Todavía.
En fin, que espero que este putrefacto hijo de los coyotes haya aprendido hoy una lección y no vuelva a meter sus pezuñitas por medio.
2 comentarios:
Por mi parte no será :P?.
No, tranquila. Tu no "kickeas" las bolas, verdad?
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