Hace unos días, se conmemoró el 20 aniversario de la caída del muro de la vergüenza de Berlín. Aquella noche del 9 de noviembre de 1989 se dieron cita allí miles de personas, algunos para derribar con sus propias manos parte de esas piedras, otros para encontrarse con los suyos, que estaban al otro lado, otros para celebrarlo.
Y Nicolás también estuvo allí. Eso al menos dijo en su página de Facebook (si, los políticos también gastan de estas cosas), poniendo una foto de esa misma noche... o de alguna posterior como se acabó descubriendo.
Ese deseo casi enfermizo de estar en todas partes está sirviendo para que los propios franceses se estén riendo de su propio presidente. Están apareciendo montajes, páginas web y demás historias mostrando a un omnipresente Sarkozy en diferentes momentos históricos; Sarko como el quinto Beatle, levantando la copa del mundial de fútbol de 1998, sentado junto a Churchill, en la toma de la Bastilla en 1798 o incluso caminando por la luna...
Pauvre diable...
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