Gracias a la habilidad y experiencia del piloto Chesley "Sully" Sullenberger, hoy podemos hablar de anécdota y no de catástrofe y los 155 pasajeros y los miembros de la tripulación pueden recordar los momentos chungos que debieron pasar.
Hoy en televisión he visto los detalles de la maniobra; el avión debía colocarse en una posición especifica (10º grados el morro levantado) porque si no tenía todos los números para estrellarse contra el agua si caía con la parte de delante o de rebotar y estrellarse si lo hacía con el culo. Además las alas debían estar totalmente rectas. Y Sullenberger lo logró. Todo un héroe de carne y hueso, de los de verdad.
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