Esta visto que aquí no hay paz ni tranquilidad. Quiero un castillo en lo alto de una montaña al que retirarme a meditar sobre el bien y el mal.
Menos mal que a lo largo del día las cosas han ido cambiando poco a poco tomando mejor cara y ahora por lo menos ya no suelto baba por la boca. Casi diría que es un día feliz y mas tras ser tocado mi alma.
Por cierto, otra de mis anécdotas de juventud; Una amiga a la que se le ponía la "piel de pollo" al escuchar ese gritito del vídeo me dijo un día: "Si consigues hacerlo, me acuesto contigo".
No veas la de gallos que metí ese día intentándolo...
PD: Los demonios se han quedado con las ganas. Tal vez otro día.
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