¿Que está pasando?

Hace unos años, una certera campaña denunciaba el abandono de mascotas. En aquel anuncio se veía un perro bajar de un coche y acto seguido se quedaba solo en una carretera mirando a cámara con una cara de inocencia total. Causó furor, no se si sirvió para que la gente dejara de abandonar esos perritos que regalan en navidad a sus críos como si fueran juguetes y que luego, en época estival, se convierten en un estorbo para las vacaciones. El egoísmo.

Pero es que últimamente, viendo según que noticias uno se pregunta si ahora la campaña debería estar relacionada con algo mucho mas macabro; el abandono, aunque sea por poco tiempo, de bebés o niños en coches mientras los padres están "ocupados" en otras cosas. Es que claro, al fin y al cabo, el perrete una vez dejado tirado puede buscarse la vida vagabundeando por las calles, pero ¿que puede hacer un bebé olvidado en el interior de un coche? Llorar.

Y eso posiblemente es lo que le salvó de una muerte axfisiante a una niña de tan solo 12 meses que fue "aparcada" en un Mercedes Benz por unos padres alojados en el hotel Juan Carlos I mientras compraban en la tienda de Dolce & Gabanna. (Destaco estos términos porque muchas veces, en otras noticias, destacan otros menos positivos como dando a entender que ciertos comportamientos vienen dados por el extracto social y económico de los protagonistas).

La niña lloraba y eso llamó la atención de gente que avisó a los Mossos que intervinieron rompiendo una de las ventanillas del coche y liberándola.

Pero lo malo es que en la última semana han sido varios casos como este, otros con el peor de los finales posibles. No quiero juzgar a nadie y estoy segurísimo que ser padre debe ser algo terriblemente difícil pero es que no me puedo imaginar un despiste de tal magnitud.