miércoles, 3 de febrero de 2016

ELLAS - Lucy & Nana



Una de las secciones de este blog se titula "ELLAS", en donde ocasionalmente destaco alguna fémina que me llama la atención por alguna de sus cualidades (normalmente por su belleza, para que nos vamos a engañar). Esta vez las chicas que traigo a colación son dos señoritas muy distintas a las habituales. Para empezar tienen 4 patas...

Lucy es mi gatita. Mi segundo intento de tener un felino como compañero por ahora está saliendo a la perfección. Tras el fracaso por mi parte (uno más) de aquella parejita de gatitas carey que tan sólo estuvieron unos 20 días en casa en verano del 2014, volví a probar suerte y la verdad es que ahora todo es distinto: yo estoy preparado para hacerme cargo de un animal, no como en la anterior ocasión.

A ella le llegué a dar comida en la calle, junto a otros gatos que estaban en un campo cercano por donde yo suelo caminar. Cuando decidí volver a intentar adoptar a un gato me puse en contacto con una asociación de mi pueblo en la que unas chicas muy majas está haciendo verdaderos esfuerzos por ayudar a esos animales que no tienen tanta suerte.

Cuando fui a casa de una de ellas para ver a 3 gatos "disponibles", uno de ellos era Lucy. Sabes que el animal que vas adoptar es el elegido cuando es él quien te elige a ti. Y Lucy me buscó, siendo un extraño que aparecía en sus dominios, aún así se acercó a buscar mimos.

Decidido; sería ella.

De eso ya hace unos 9 meses y puedo decir que estoy super feliz de haberme atrevido a probar de nuevo.

Por cierto; esa fama de los gatos de bichos pasotas es totalmente falsa.

La otra chica es Nana y acaba de aterrizar en la familia.

Conforme se acercaba la fecha de jubilación de mi madre, tanto mi hermana como yo le íbamos comiendo la cabeza y hablando de las ventajas que tenía tener un perro. Mi madre no quería ni oír hablar de la posibilidad.

El domingo llegó Nana a casa y mi madre tras 3 días con ella se desvive por el animal...

La historia de esa perrita, según nos han contado, es que la familia que la tenía, al ver que se había quedado preñada decidió mandarla a que la sacrificaran. Si; así es. Tanto madre como cachorros no tendrían futuro. Pasaré de entrar a valorar tal decisión porque no me quiero encender y quiero que esta entrada sea lo más positiva posible.

Alguien la sacó de el lugar donde estaba (en Sevilla) y finalmente el animal llegó a Barcelona, donde otra protectora también llevada por chicas (¿significará esto algo?) que las acogen en sus casas le dieron cobijo.

Mi hermana, al recibir el permiso de mi madre, comenzó a buscar y en la segunda casa que visitamos nos encontramos con ella (y con otros 3 perros y un hurón). Nuevamente es el animal el que te elige y al salir de aquel piso lo teníamos claro; sería Campanilla, ahora rebautizada como Nana, la que se uniría a la familia.

Y así, de golpe, nos encontramos con sendas compañeras que se unen al clan.

Mucho amor.

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